

Lo que hoy conocemos como un emblema del fútbol amateur en Perú, el Mundialito de El Porvenir, tuvo su origen en 1950. Tres amigos entusiastas, Emilio Chávez, Mario Chávez y Jorge Falla, inspirados por la efervescencia del Mundial de Brasil, tomaron la iniciativa de organizar un campeonato en la sexta cuadra del jirón Parinacochas. A pesar de la prohibición gubernamental de realizar actividades deportivas en la vía pública, estos jóvenes desafiaron las reglas, dando inicio a una competencia que se convertiría en un hito.
Durante la primera década de su existencia, el Mundialito se desarrolló de manera encubierta, sorteando la vigilancia policial y las limitaciones impuestas por las autoridades. Fue recién en 1960 cuando la Prefectura de Lima otorgó el permiso oficial, lo que afianzó su lugar en la cultura popular de Lima.
Desde entonces, cada primero de mayo, coincidiendo con el Día del Trabajador, una multitud se congrega en el tradicional barrio de El Porvenir para vivir este torneo. Hoy en día, se ha transformado en un símbolo de identidad, fervor futbolístico y espíritu de lucha del pueblo. El Mundialito no solo es una celebración del deporte, sino también un homenaje a aquellos que se arriesgaron a construir comunidad desde las calles.








